Federico Sánchez, arquitecto, diseñador, decano, nuevamente llenó los espacios de la sala Multiuso para dar una charla a los III medio como lo hace desde hace algunos años.
Pero este vez fue un poco más allá de la clásica conversación sobre la vocación, su propia experiencia, la necesidad de alimentar el intelecto y acercarse a la cultura.
En esta ocasión encendió las alarmas sobre lo que la generación actual está viviendo. Habló de que si bien estamos en un proceso de igualdad las complicaciones de esta generación son la extrema libertad que tienen los jóvenes. El juicio público es un tremendo problema porque se adelanta a la justicia ordinaria. Las RR.SS. son un arma de doble filo. Pero, además, recalcó que en esa búsqueda de igualdad muchos se van a los extremos lo que a su vez le quita fuerza a las reivindicaciones sociales y de género.
Respecto de la vocación, la PSU, qué carrera seguir o cómo se puede llegar a crear una empresa, Sánchez volvió a subrayar el mensaje que trajo a los otros III medio de años anteriores.
La tendencia europea, al contrario de la latina, es que los jóvenes estudien carreras humanistas en pre grado y MBA o magíster de postgrado. ¿Por qué? Porque así llegan al mundo laboral con un abanico de conocimiento mucho más amplio, lo que les permite desarrollarse en distintos campos.
Agregó que hoy las oportunidades están en los contenidos, en la reflexión, y no en las planillas Excel.
El contenido y el conocimiento dan la visión más precisa de los fenómenos sociales y los cambios.
Todo esto, manifestó, porque los negocios de hoy son super dinámicos y van de la mano de los fenómenos sociales.
En la misma línea, y consultado sobre la búsqueda del éxito profesional, dijo que el éxito desquicia, por eso no hay que obsesionarse con buscarlo. Él cree más en un camino pausado, con errores pero con un foco que a fin de cuentas lleve a la felicidad.
Y como en ocasiones anteriores volvió a dar pistas de cómo encontrar la vocación al interior de cada uno: alimentar el intelecto, acercarse a la cultura, ser abiertos de mente, explorar, descubrir, experimentar y así llegar a saber con certeza qué se quiere en la vida.